Tres sindicatos del bloque sindical de la Fundación Tesãi se solidarizaron con la funcionaria despedida en forma arbitraria y otras dos solicitaron una reunión de urgencia al doctor Fernando Bittinger, director del centro asistencial. Fue por la violación del contrato colectivo de trabajo por parte del gerente técnico, Arístides Cañete, quien, con un dictamen jurídico, habría ordenado el despido de una funcionaria porque no se le atendió bien a su pareja.
El despido irregular afectó a la joven recepcionista María Belén Domínguez, quien ni siquiera llegó a tratar con la pareja del médico Cañete, porque se encontraba desayunando, mientras que otra recepcionista cubría su puesto, según los antecedentes.
El hecho que no se le haya atendido rápido a la mujer, habría motivado su molestia y queja al gerente técnico, quien mandó echar a la joven, violando el contrato colectivo de trabajo firmado entre la entidad y el bloque sindical.
Los gremios denominados Sindicato del Personal de Apoyo a la Salud de la Fundación Tesãi (Sipasa), Sindicato de Trabajadores del Hospital del Área 2 (Straha-2) y el Sindicato Multisectorial de la Fundación Tesãi (Simu-Fh), firmaron una nota en el que pidieron la reunión urgente para tratar el caso de la recepcionista Domínguez, además de otras dos compañeras de nombre Luz María Concepción Vera Mareco y Myriam Vanesa Sosa Ávalos.
En la nota señalan que se cometió el quebrantamiento de lo acordado entre las partes en el Contrato Colectivo de Condiciones de Trabajo, con la determinación tomada con relación a las trabajadoras.
En el caso de Domínguez no se realizó sumario administrativo para determinar su despido como funcionaria de la Fundación, teniendo en cuenta que tenía ya casi 2 años de antigüedad, conforme con lo señalado por fuentes de la institución.
Cañete se habría basado en un dictamen jurídico del asesor jurídico, José Maciel, para tomar la determinación, sin que se haya instruido sumario a la funcionaria para echarla de la entidad, conforme con los datos revelados por la fuente.
