San Alberto se convirtió en una ciudad sin ley

San Alberto en los últimos años se convirtió en una ciudad sin ley, donde las autoridades no actúan. El dinero y la prepotencia campean ante las autoridades corruptas.
Cuando los vecinos honestos y trabajadores piden el auxilio de las autoridades policiales ante el desorden causado por grupo de personas alcoholizadas y drogadas, simplemente no aparecen. Tal situación ocurrió entre la noche del sábado y la madrugada de ayer, cuando Reinaldo Conradi Setti, apodado “Naldo”, estaba realizando maniobras imprudentes al mando de una camioneta. Un poco más tarde, atropelló y mató a un motociclista indígena, dejándolo abandonado.
Actos de inadaptados sociales, hechos violentos y hasta sexo explicito en lugar público suceden en San Alberto. Estos hechos siguen ocurriendo ante la falta de castigo ejemplar a los responsables.
Durante la noche del sábado 2 y la madrugada del domingo 3 de diciembre de 2023, un grupo de personas participó en un encuentro sexual en la estación de servicios «Energy» situada sobre la avenida Eusebio Ayala casi Bernardino Caballero, en San Alberto.
El video muestra cuando una mujer le practica sexo oral a un joven, mientras otros presentes, entre ellos un menor de edad, graban la escena con sus celulares y otros alientan el acto impúdico, en un lugar público. Por ese hecho, uno de los involucrados Nilton Pereira Nascimento, alias “Chicletao”, de 54 años, fue procesado y sobre él pesaba una orden de detención. Pero poco después, se presentó ante el Juzgado de Garantías local y fue beneficiado con libertad ambulatoria.
Durante el festejo del Año Nuevo, también se registraron incidentes y ruidos molestos causados por motociclistas con sus caños de escapes modificados que causan polución sonora. En esa oportunidad, agentes del Grupo Lince había reforzado el plantel de efectivo policial de la comisaría 13ª de la jurisdicción, quienes detuvieron a jóvenes e incautaron varias motocicletas.
En redes sociales también apareció un video en que se observa a “Chicletao” en una escena con tinte sexual con otros dos sujetos. En otro material audiovisual se observa a un joven inhalando cocaína.
El descontrol, la impunidad y la corrupción de las autoridades permiten que suceda de todo en una pequeña ciudad al norte de Alto Paraná.
Los proveedores y distribuidores de drogas operan, bajo la autorización de los propios policías que reciben sus propinas semanales, según la denuncia. Personal de Investigación de Delitos cuenta con oficina en la ciudad, pero son cómplices antes de ser investigadores, según la denuncia.