La agente fiscal Lolia Zunilda Martínez procesó a tres directivos de una firma comercial, identificados como Everton Piovesan, Alexis Romina Ávalos González y Joao Carlos de Mendonca, por los hechos punibles de estafa y conducta indebida en situaciones de crisis. El caso fue denunciado en su oportunidad por Carlos Sanabria Santacruz.
Según los detalles, Everton se desempeñaba como gerente de las empresas Neumáticos del Este S.A. y Jautech S. A. En ese carácter le propuso al recurrente comprar un lote de cubiertas chinas y de la marca brasileña Pirelli, supuestamente para vender en el local situado sobre la avenida San Blas de Ciudad del Este. El acuerdo se hizo en mayo de 2019.
El sindicado le dijo al propietario que obtendría una ganancia mensual de 900 dólares americanos. La inversión sería de 39.173 dólares estimativamente. El denunciante aceptó desembolsar dicho monto que retiró de su caja de ahorro a cargo del Banco Itaú.
Según la investigación, la primera extracción fue de 85 millones de guaraníes y al día siguiente 90 millones de guaraníes. La suma fue entregada al hoy imputado, quien como garantía entregó una hoja de cheque a cargo del Banco Regional, con fecha de pago 5 de setiembre de 2014. Después de dos meses aproximadamente llegaron las cubiertas para motos, automóviles y bicicletas.
Siempre según la imputación, cumplido la fecha de pago, Everson Piovesan cambió la hoja del cheque por otro del banco BBVA. Relató el afectado, que en los primeros meses recibió la ganancia prometida, sin embargo, con el tiempo, el hoy encausado ya no quiso abonar lo acordado.
Luego, el 18 de febrero del 2015, Piovesan entregó otro documento de pago diferido de Sudameris Bank con fecha de pago del 1 de abril que fue rectificado en el dorso para 1 de mayo. El titular de la cuenta era Alexis Romina, quien se desempeñaba como presidente de Jautech S.A. Mientras, el vicepresidente de la firma era Joao Carlos de Mendonca. Los indicios encontrados en la hoja del cheque llamó la atención de la víctima, quien comenzó a sospechar que la firma fue falsificada.
Inmediatamente Sanabria se trasladó hasta el Banco Sudameris para preguntar si la firma estaba registrada, pero desagradable fue la sorpresa cuando le informaron que no correspondía a Everton y que además, el mismo no estaba autorizado para firmar cheque alguno a razón de que el directorio de la empresa había sido totalmente cambiado.
El hombre reclamó la situación, por lo que el indiciado se comprometió a devolverle su plata con una entrega de 15 mil dólares, asegurándole que el resto le pagaría por parte. Sanabria dijo que por temor a ser robado optó por no presentar ante la entidad responsable, pero como nunca logró solucionar, recurrió a ventanilla el 16 de junio del 2015, oportunidad en que sellaron el papel y rechazaron por firma deficiente.
Ahora los presuntos implicados enfrentan un proceso penal, pues la Fiscalía ya tomó intervención e imprimió los trámites de rigor. La fiscal Lolia Zunilda Martínez requirió la rebeldía de los imputados.