El monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de la diócesis de la Cordillera, fustigó con dureza la corrupción y la pobreza que reinan en el Paraguay. Igualmente, habló sobre la impunidad existente en el país y pidió el cese del feminicidios. Fue al leer una carta, al cierre de la ceremonia religiosa de Caacupé este 8 de diciembre.
En la carta dirigida al “pueblo paraguayo”, monseñor Valenzuela dijo que “nuestro país vive un período de hondas preocupaciones, inquietudes y tensiones que afectan a nuestra sociedad en los órdenes político, económico, social y humano”. Se explayó además sobre la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú. “Los tratados internacionales deben realizarse siempre con miras al bien común superior de la humanidad, pero sobre todo para favorecer a nuestros compatriotas”.
Aseveró además que en 50 años de la firma del tratado, “generó indiferencia y desconfianza por parte del pueblo”. De la misma forma, Valenzuela fustigó la pobreza y que mucho dinero esté en manos de unos cuantos a raíz de la corrupción imperante en nuestro país. Asimismo, se enfocó en el problema de las tierras existente en el Paraguay.
Otro de los temas abordados por monseñor Valenzuela fue la violencia contra la mujer. En ese aspecto pidió el cese de los feminicidios. “La violencia contra la mujer y las niñas debe parar, esto debe terminar, ellas nos traen a la vida, son nuestra compañía y apoyo en los momentos difíciles. También son nuestra ilusión y forman parte de nuestros sueños. Tienen la sensibilidad que nosotros los hombres no tenemos. Por eso querido kuimba’e, tratale bien, con delicadeza y con cariño, dedicale una frase un poema o una postal en su cumpleaños o en cualquier otra ocasión, ya sea tu abuela, tu madre, tu esposa, tu hija, tu amiga”, refirió.
Prosiguió con “La mujer es la más bella flor. Gracias a ti mujer, a ti que eres fuente de alegría, que nos inspiras y llenas de amor cada día, que perfumas el aire que respiramos con tu presencia, haces que la vida sea mucho mejor. Gracias mujer”, resaltó.
ESTUVO MARITO
Al final el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, estuvo presente en la misa central de Caacupé. A su llegada fue abucheado por algunos feligreses, quienes le gritaron de todo. Fuentes del Poder Ejecutivo habían anunciado que no participaría de la misa central en conmemoración a la Virgen Serrana. Al parecer esto fue justamente para despistar a los que querían recibirlo con abucheos.
