Más de 10 horas de escaramuza entre policías y un grupo de vecinos del sector denominado Belén dejó varios heridos ayer. Los vecinos se quisieron oponer a un desalojo judicial realizado en el barrio Pablo Rojas y dieron fuerte resistencia a la Policía.
Antes también se produjo un enfrentamiento en el acceso al predio a ser desalojado, con varios heridos y ataques a trabajadores de prensa.
El desalojo se realizó en un inmueble de más de 2 hectáreas perteneciente a la firma Atlantis SA, individualizado como matricula N° K04/36258, Cta. Cte. Ctral. N° 26-6347-023, cuyo desahucio ordenó la jueza Gabriela Maricel Meaurio.
El oficial de Justicia Julio Silva procedió a constituirse en el inmueble, ubicado en las cercanías del Puente Costa Cavalcanti y la orilla del río Acaray, acompañado de una dotación de más de 100 policías antimotines, de la Agrupación Montada y de agentes de orden y seguridad.
La comitiva fue recibida con barricadas de cubiertas quemadas y todo tipo de obstáculos para que no pueda avanzar. Sin embargo, con la determinación de que tenían que despejar el área, los agentes del orden utilizaron la fuerza, lanzando gases lacrimógenos, disparando con balines de goma, con apoyo de un hidrante.
Se registró un enfrentamiento de más de 2 horas en las adyacencias del predio a ser desalojado, con intercambios de disparos con balines de goma por parte de la Policía y balines de cristal lanzada con honditas, piedras, palos, cascotes, por parte de los vecinos organizados.
Cerca del mediodía otro grupo, procedente del sector denominado Belén por la Policía, intentó cerrar la Ruta 07, a la altura de la avenida Teniente Rojas Silva, a pocos metros del semáforo ubicado en el sector y tuvo la reacción policial.
El primer grupo de agentes de orden y seguridad fue literalmente corrido a pedradas por los manifestantes, pero en pocos minutos llegaron refuerzos antimotines, lo que inició una batalla campal que se extendió hasta la noche, por el control de la Ruta 07.
En el lugar, atacaron con honditas con balines de cristal, molotov, piedras, cascotes y todo tipo de arma contundente a los agentes, quienes llegaron en dos oportunidades a quedarse sin cartuchos de balines de goma. La Policía también encontró vainillas servidas, en el sector.
Todo esto ocurría, mientras que el oficial de Justicia y varios trabajadores procedían a destechar las viviendas, desmontar acondicionadores de aire, paredes de blindex, sistemas de circuito cerrado, para trasladar a los propietarios a otro sitio.
Los vecinos reclamaron que hacía más de 30 años que residían en el inmueble y señalaron que las autoridades no podían desalojarlos de su casa. No obstante, la resolución judicial señalaba que todos los que estaban dentro de los más de 2 hectáreas de tierras debían ser desahuciadas.