*Escribe: Vanesa Candia, abogada y exagente fiscal.
La Policía Nacional desempeña un papel mucho más amplio de lo que está establecido legalmente. Lamentablemente, su labor no siempre es valorada en su totalidad, quizás debido al desconocimiento o al desgaste provocado por numerosos casos de corrupción policial que eclipsan las acciones positivas que llevan a cabo.
Me atrevo a destacar la labor cotidiana de la Policía Nacional, ya que solo aquellos que han presenciado y vivido de cerca estos eventos pueden revelar su verdadera magnitud.
Si bien la misión oficial de la Policía es preservar el orden público de manera legal, protegiendo los derechos, la seguridad y los bienes de las personas y entidades, su alcance va más allá. Se involucran en situaciones como auxiliar a un enfermo en el vecindario, incluso comprando combustible con sus propios recursos. Asimismo, se encargan diariamente de proveer alimentos a los detenidos, asegurando que no pasen hambre mientras esperan la resolución de sus casos.
La Policía Nacional también se ocupa de situaciones sociales críticas, como la falta de ataúd para un fallecido en la comunidad, movilizándose para obtener asistencia. Actúan como asistentes sociales durante intervenciones en las madrugadas para atender a niños y mujeres en estado de vulnerabilidad, que se enfrentan a situaciones de violencia familiar, maltrato infantil y abandono.
En ocasiones, han prestado asistencia a mujeres durante el parto, dirigen el tránsito para prevenir accidentes escolares y brindan consejos a familias en conflicto. Estas acciones no son simplemente producto de su profesionalismo, sino también de su condición humana, respondiendo a situaciones que surgen espontáneamente en la vida cotidiana.
A pesar de realizar estas intervenciones sin recursos adecuados ni herramientas de trabajo, y excediéndose en las horas laborales que les corresponden, la Policía Nacional sigue siendo el sector más olvidado en cuanto a recursos y beneficios, y al mismo tiempo, el más criticado.
Esta es la realidad de la Policía Nacional del Paraguay, un reflejo de su dedicación y servicio en circunstancias adversas.