En Presidente Franco, el ambiente político se ve agitado en las últimas semanas por las acusaciones en contra de la diputada Roya Torres, quien, según varios ciudadanos y opositores, estaría llevando a cabo una tempranera campaña electoral aprovechándose de las obras ejecutadas por su esposo, el intendente Roque Godoy.
El hecho de que dichas propuestas hayan sido señaladas por supuestas irregularidades y sobrecostos generó un fuerte rechazo entre los habitantes de la ciudad, quienes consideran que la diputada estaría utilizando estos proyectos como una plataforma para posicionarse en las próximas elecciones municipales.
La polémica se desató después de que varias infraestructuras que fueron gestionadas por el jefe comunal fueran vinculadas a presuntos sobrecostos. Se habló de una serie de contratos de obras públicas que, según algunas denuncias, estarían inflados en su presupuesto. A pesar de las críticas, las autoridades locales y los allegados a la legisladora y su esposo defienden la transparencia, asegurando que todos los procedimientos fueron realizados conforme a la ley.
En un acto reciente que generó aún más críticas, el intendente Godoy, acompañado de su esposa, inauguró la instalación de un parque infantil en una plaza ubicada en el barrio San Miguel del km 5 Monday.
La habilitación se realizó en la tarde del 6 de enero, en el día de Reyes, y Godoy aprovechó la oportunidad para manifestar su satisfacción por entregar un “regalo” a la comunidad, especialmente a los niños.
Dicho encuentro fue interpretado por muchos como un intento de la diputada Torres de posicionarse frente a la comunidad, ya que se realizó en un contexto en el que su nombre está siendo discutido en la arena política debido a las acusaciones que pesan en contra de la pareja, por el caso de “Nepobaby” en la Cámara de Diputados.
Torres y su marido mantuvieron un perfil bajo, limitándose a rechazar las acusaciones sin hacer mayores declaraciones al respecto.